Blog Informativo

miércoles, 7 de julio de 2010

Rechazo del plan regulador

Lunes 05 de Julio de 2010
Rechazo del Plan Regulador Metropolitano


Por 14 votos contra 12, el Consejo Regional Metropolitano rechazó la modificación del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), que buscaba añadir 10 mil hectáreas de uso urbano al Gran Santiago, introduciendo una serie de requerimientos y exigencias para el uso de esos suelos. Curiosamente, ese rechazo fue impulsado por los representantes concertacionistas en dicho consejo, pese a que esta iniciativa se originó en el gobierno de la ex Presidenta Bachelet, y es lamentable que una materia como ésta se defina sólo por motivaciones políticas. Es legítimo que en un consejo haya visiones distintas sobre cómo se debe desarrollar la ciudad. Las hay que plantean que ella no debe tener límites, para evitar decisiones discrecionales que benefician a los dueños de ciertas tierras. Otros sostienen que debe crecer "hacia arriba", para evitar las externalidades que ocasionan ciudades extensas. Sin embargo, mueve a suspicacias el que un plan regulador se resuelva como ocurrió en este caso.

Lo sucedido alerta una vez más acerca de la escasa capacidad técnica, el bajo nivel de accountability y aun la discutida legitimidad de la composición de los consejos regionales, que, pese a incidir en aspectos tan relevantes para la calidad de vida de los habitantes, no siempre tienen la envergadura para definir materias tan complejas.

La ciudad requiere cierta planificación, dadas las muchas variables en juego (estética, calidad de vida, transporte, contaminación), que el mercado no siempre puede resolver por sí solo. Así quedó de manifiesto, por ejemplo, en el reciente seminario urbanístico "Santiago 2041", en el que se destacó que aspectos como la movilidad están entre los principales desafíos de las ciudades modernas. Factores como éste necesariamente deben considerarse en cualquier discusión urbana.

Lamentablemente, muchas veces los planes reguladores cambian en forma improvisada, dando espacio, además, a fuertes irregularidades. Pero en la discusión de la modificación del Plan Regulador Metropolitano de Santiago hubo suficiente tiempo de debate (casi tres años), y, en general, las nuevas disposiciones contempladas eran adecuadas. El Gobierno ha anunciado que estudia una fórmula para reponer el proyecto, y convendría que así ocurriere.

En todo caso, pese a que las motivaciones de este rechazo se centraron en el espacio que se debe asignar a viviendas sociales, lo más polémico sigue siendo la falta de mayor transparencia en cuanto a los posibles beneficiados con el cambio de uso de suelo. Este punto está siempre presente en las discusiones relativas a planos reguladores -actualmente ocurre lo mismo en la comuna de Lo Barnechea-, y el país debería dar pasos resueltos para mejorar este aspecto.

Lo más polémico sigue siendo la falta de mayor transparencia en cuanto a los posibles beneficiados con el cambio de uso de suelo.