En enero de este año, la ex Presidenta Michelle Bachelet promulgó la Ley N° 20.417, mediante la cual se reformuló completamente la institucionalidad ambiental y se dio paso a la creación de un Ministerio del Medio Ambiente. Avanzando en la implementación de esta reforma, a principios de este mes se anunció la creación de la Superintendencia del Medio Ambiente, organismo que tendrá la función de fiscalizar y sancionar el cumplimiento de la normativa e instrumentos de gestión ambiental, entre cuyas atribuciones estará la facultad de establecer una multa de hasta 10 mil unidades tributarias anuales y de paralizar aquellos proyectos que puedan estar contraviniendo la legislación vigente, potestad que antes no existía.
La puesta en marcha de esta nueva institucionalidad no ha estado exenta de problemas. Al comienzo de su gestión, la ministra del ramo, María Ignacia Benítez, tuvo que retirar de la Contraloría los decretos que daban curso a la instalación de este ministerio y, actualmente, la Superintendencia de Medio Ambiente deberá esperar a que entren en ejercicio los tribunales ambientales, cuyo proyecto de ley se encuentra en trámite en este momento en el Congreso. Esto se debe a que, en el diseño institucional, la aplicación de sanciones por parte de ese organismo requiere la existencia de una instancia superior con jurisdicción sobre estas materias.
Aunque es comprensible que el mayor interés de la ministra del Medio Ambiente esté en que esta nueva institucionalidad entre lo más pronto en vigencia, por el inmenso desafío que ello implica, es preocupante sin embargo que el actual gobierno no haya planteado una política medioambiental clara, más aún cuando se considera que esta materia afecta el desarrollo de otras áreas de la economía, como energía, minería, agricultura y transporte. Esta nueva estructura constituye un paso importante, pero aún es insuficiente para modernizar la gestión ambiental de nuestro país. Para ello es necesario definir políticas de largo plazo que compatibilicen el cuidado del medio ambiente con el necesario desarrollo económico.
Sólo una visión con ese alcance le permitirá a este gobierno enfrentar con determinación las decisiones que deba tomar respecto de los proyectos que se someterán a su conocimiento y proveerá las seguridades necesarias para atraer nuevas inversiones. Finalmente, el gran desafío de esta nueva institucionalidad y sus autoridades es sentar las bases para lograr un desarrollo sustentable.
http://blogs.elmercurio.com/editorial/2010/07/26/superintendencia-del-medio-amb.asp
No hay comentarios:
Publicar un comentario